El trastorno depresivo es uno de los síndromes psiquiátricos más comunes que, si no se
trata, puede causar muchos trastornos en la vida de una persona. Numerosos factores
están involucrados en la depresión, incluida la inflamación, el factor neurotrófico derivado
del cerebro (BDNF), el sistema GABAérgico, el eje hipotalámico-hipófisario-suprrenal (HPA),
los neurotransmisores de monoamina (serotonina (5-HT), noradrenalina y dopamina).

Los
tratamientos comunes para la depresión son los inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina, los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores de la monoamina oxidasa, pero
estos medicamentos tienen varios efectos secundarios como la ansiedad, la diarrea, el
estreñimiento, la pérdida de peso y las disfunciones sexuales. Estos agentes solo reducen
los síntomas y reducen temporalmente la tasa de deterioro cognitivo asociado con la
depresión. Como resultado, recientemente se ha llevado a cabo una amplia investigación
sobre el uso potencial de hierbas antidepresivas y sedantes. Según los datos disponibles,
las hierbas utilizadas en la medicina tradicional pueden ser significativamente efectivas para
reducir la depresión, los síntomas depresivos y mejorar el rendimiento de los pacientes.

La depresión, un trastorno mental crónico, afecta a entre el 15 y el 20 % de las personas en
el mundo. Hoy en día, más de 350 millones de personas en todo el mundo están
deprimidas, lo que afecta a los aspectos sociales y económicos de sus vidas. La depresión
causa deterioro cognitivo y afecta negativamente a la función ejecutiva, la memoria de
trabajo y la velocidad de procesamiento. Esta malestar también inhibe la respuesta
adecuada a la infección al inducir una respuesta a los linfocitos T auxiliares tipo 2 que
conduce a una inflamación destructiva y crónica.

La inflamación juega un papel importante
en la exacerbación de la depresión. Además, la inflamación es un síntoma físico de
depresión y puede ser una causa de depresión. Además de la inflamación, otros factores
como el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), el eje GABAérgico,
hipotalámico-hipófisario-suprarrenal (HPA), los neurotransmisores de monoamina
(serotonina (5-HT), noradrenalina y dopamina) están involucrados en la depresión. Los
tratamientos comunes para la depresión son los ISRS, los antidepresivos tricíclicos (TCA) y
los inhibidores de la monoaminooxidasa y sus efectos se manifiestan después de varios
días y la eficacia de estos medicamentos es corta y rara vez más de 12 semanas.

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Los
ISRS, utilizados principalmente como el tratamiento de primera línea de la depresión,
inhiben la reabsorción de la serotonina y, al actuar selectivamente sobre los sistemas
serotoninérgicos, aumentan la cantidad de serotonina en las sinapsis de las neuronas y
alargan su efecto en el cerebro. Se tarda unas dos semanas después de tomar estos
medicamentos para aumentar los niveles de serotonina sináptica. Desafortunadamente,
alrededor de la mitad de los pacientes deprimidos no responden a los ISRS. Incluso con un
tratamiento exitoso para la depresión, a menudo solo hay una mejora relativa en los
síntomas depresivos.


El eje hipotalámico-hipófisis-suprarrenal (HPA) ha estado implicado en la fisiopatología de
una variedad de trastornos del estado de ánimo y cognitivos. Los estudios neuroendocrinos
han demostrado la hiperactividad del eje HPA en la depresión mayor. Además, se ha
sugerido una relación entre la actividad del eje HPA con el rendimiento cognitivo. El eje HPA
es uno de los principales sistemas biológicos involucrados en el estrés del cuerpo y el SNC.

Existe una relación directa entre los trastornos depresivos y el deterioro de la regulación del
eje HPA. Por lo tanto, se puede concluir que la disfunción del eje HPA conduce a la
depresión. Los factores de riesgo para la depresión incluyen el trauma en la vida temprana y
el estrés psicológico recurrente caracterizado por la hiperactividad basada en HPA. La
modulación de la actividad basada en HPA puede ser efectiva en la respuesta biológica a
los antidepresivos. Por lo tanto, una de las estrategias más efectivas e importantes en la
producción de antidepresivos puede ser atacar las anomalías basadas en la actividad de la
HPA.

En pacientes deprimidos, los altos niveles de activación de la HPA conducen a una
alta producción de hormonas glucocorticoides, que, a su vez, reducen la supervivencia
neuronal. Según estudios en humanos y animales, el estrés en las primeras etapas conduce
a un cambio en la actividad del eje HPA en respuesta al estrés en la edad adulta y
predispone a una persona a la depresión.


Las propiedades antioxidantes de los las plantas y su efecto en el metabolismo celular han
hecho que las plantas tengan efectos beneficiosos sobre la salud. Los productos naturales
pueden regular la neurotransmisión de varias maneras, incluso a través de los receptores
que afectan o la síntesis y distribución de neurotransmisores o mediante la regulación de los
procesos inmunitarios. Los resultados de muchas investigaciones han mostrado que los
ingredientes activos en las plantas medicinales a través de la neutralización de varios
factores estresantes, la devolución de los niveles de receptores de monoamina y
neurotransmisores a la normalidad y también el aumento del nivel de neurotransmisores de
monoamina en ciertas partes de la corteza conducen a efectos antidepresivos.

Las plantas
medicinales y sus compuestos activos de diversas maneras, incluida la interacción con los
sistemas serotoninérgicos, los receptores noradrérgicos y dopaminérgicos, ejercen sus
efectos terapéuticos. Cabe señalar que los productos naturales están involucrados en la
regulación de la actividad basada en HPA y en la reducción de la adrenocorticotropina y la
corticosterona. Varios productos naturales son capaces de aliviar los síntomas de la
depresión a través de la disminución del estrés oxidativo y los mediadores inflamatorios.


Hoy te hablo de una de las plantas con mayor efecto antidepresivo


El azafran (Crocus sativus L.) y algunos de sus componentes, incluidos la crocina, la
crocetina y el safranal, son efectivos contra las enfermedades mentales a través de varios
mecanismos neurológicos Probablemente, la crocina al inhibir la reabsorción de la
dopamina y la norepinefrina, y el safranal al inhibir la recaptación de serotonina están
involucrados en los efectos antidepresivos del azafrán.

El azafran y sus componentes
activos, al igual que otros antidepresivos químicos, tienen propiedades antidepresivas, pero
con menos complicaciones y efectos secundarios. El efecto antidepresivo del azafrán está
mediado por la modulación de los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro,
como la serotonina,o actuando como un anti-MAO.

Los componentes del azafrán tienen
propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y también son capaces de regular la expresión
de BDNF y el eje HPA. Además, la modulación de las vías relacionadas con los
neurotransmisores, la regulación inmune, la antiinflamatoria y el estrés antioxidante se
encuentra entre las propiedades del azafrán.

Un estudio in vivo ha demostrado que la
administración de extracto de azafran aumenta las concentraciones de dopamina y los
niveles de glutamato. Los estudios han demostrado que el azafran regula la actividad
basada en HPA a través de la reducción de los niveles plasmáticos de corticosterona. Los
estudios también confirman que los efectos de la crocina como agente neuroprotector tienen
efectos positivos sobre la neurotropina y la BDNF.

Los resultados de Mazidi et al.,
evidenciaron el efecto positivo del azafran en pacientes con ansiedad y depresión, lo que
sugiere que la administración de azafran durante 12 semanas causó una mejora
significativa en estos pacientes.

Además la centella asiática, las hojas de Olivo y la melena de León tendrán un importante
efecto neuroprotector.