Las enfermedades con etiopatología inflamatoria han aumentado en incidencia en los últimos tiempos. Los medicamentos utilizados para el manejo terapéutico de tales enfermedades inflamatorias están aliviando la dolencia, pero al mismo tiempo también contrarrestan las graves consecuencias que ponen en peligro la vida. Además, son costosos y rara vez están disponibles en todos los lugares. En este contexto, la investigación y el desarrollo de las hierbas medicinales han abierto una nueva era en el manejo profiláctico y terapéutico de las enfermedades inflamatorias.

Las hierbas antiinflamatorias han demostrado ser beneficiosas al combatir las respuestas inflamatorias que conducen a una anomalía grave en los sistemas corporales. La inflamación a través de una respuesta protectora a la infección o lesión y puede resultar en un resultado patológico cuando se agrava o de grado grave, por lo tanto, necesita una intervención temprana para una resolución adecuada.

Las plantas medicinales o sus componentes se consideran beneficiosas debido a sus propiedades, es decir, potencia satisfactoria, facilidad de disponibilidad, barato, menos o ningún efecto secundario, más seguro y eficiente en comparación con las contrapartes sintéticas.

Estas hierbas medicinales contienen fitoconstituyentes que pueden prevenir procesos inflamatorios indeseables y también poseen actividad antiinflamatoria. Los esteroides, los glucósidos, los fenólicos, los flavonoides, los alcaloides, los polisacáridos, los terpenoides, los cannabinoides y los ácidos grasos son fitoconstituyentes comunes presentes en estas plantas.

Se han explorado diferentes mecanismos para la acción antiinflamatoria de estos ingredientes activos. Pueden sinergizar las enzimas, los factores y las proteínas de la vía antiinflamatoria o interferir con ellos en la vía inflamatoria como las lipooxigenasas, las ciclooxigenasas, los factores de necrosis tumoral, las interleucinas, la prostaglandina, el óxido nítrico, la proteína mitogenactivada, el factor nuclear, etc.

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María Catalina – Savia Alquimia

Teniendo en cuenta todos los factores mencionados anteriormente, una investigación adicional desde el nivel molecular hasta el celular permitirá una mejor comprensión de los mecanismos. Las plantas herbales antiinflamatorias comunes son Curcuma longa, Zingiber officinale, Rosmarinus officinalis, Borago officinalis, Urtica dioica, Uncaria tomentosa, Vaccinium myrtillus, Olea europaea y mucho más.

Se cree que no tienen efectos secundarios, a diferencia de las contrapartes químicas o los agentes antiinflamatorios sintéticos, por ejemplo, esteroides, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos e inmunosupresores utilizados para controlar y suprimir la crisis inflamatoria. Una evaluación fitoquímica, farmacológica y fisiológica adecuada permitirá su uso seguro y eficaz en condiciones inflamatorias. Muchos de estos medicamentos antiinflamatorios y preparaciones a base de hierbas han sido patentados y algunos están bajo consideración.

Conclusión sobre el uso de Hierbas Medicinales:

Las hierbas naturales son opciones seguras, efectivas y mejores como agentes antiinflamatorios que las sintéticas. Los fitoconstituyentes son tan efectivos con un mecanismo de acción comparable como las moléculas sintéticas.

Las investigaciones futuras deben centrarse en los mecanismos moleculares de las diferentes aplicaciones beneficiosas de estas plantas herbales en diversas enfermedades. Se han cubierto patentes recientes sobre medicamentos antiinflamatorios y plantas herbales que proporcionan información sobre el estado actual y las perspectivas futuras en este campo.