La inflamación cerebral y el resto del sistema nervioso central (SNC) es un factor clave en las enfermedades neurodegenerativas. Múltiples líneas de evidencia sugieren que la microglía, las células inmunes residentes del SNC, desempeñan un papel fundamental en la neurodegeneración mediada por la inflamación. Normalmente, las células de la microglía en su estado de reposo monitorean de forma vigilante la salud de las neuronas y tienen un efecto benevolente. En caso de daño o infección cerebral, las células de la microglía se activan y pueden secretar una variedad de mediadores inflamatorios y factores neurotóxicos.

Microglía y Neuroinflamación

En esta condición, las células de la microglía activadas desencadenan y mantienen una respuesta inflamatoria. Esto inunda las neuronas con una serie de mediadores inflamatorios que pueden conducir a la muerte de las células neuronales. Las enfermedades neurodegenerativas del SNC, incluida la enfermedad de Alzheimer (DA), la enfermedad de Parkinson (PD), la enfermedad de Huntington (HD), la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), las taupatías y la degeneración macular relacionada con la edad (ARMD), están asociadas con la inflamación cerebral crónica y niveles elevados de varias citocinas.

La activación microglial y la inflamación crónica son el punto de partida para niveles elevados de una amplia gama de moléculas potencialmente neurotóxicas. Estas incluyen citocinas proinflamatorias, proteinasas y especies reactivas de oxígeno, que se cree contribuyen a los procesos neurodegenerativos. La microglía activada se ha demostrado en una variedad de enfermedades neuroinflamatorias/neurodegenerativas como la EA, la EP, la ELA y la esclerosis múltiple. La participación de la microglía activada y la liberación de productos neurotóxicos en la desaparición de las neuronas se ha postulado en la mayoría, si no en todas, las enfermedades neurodegenerativas.

Importancia de la Supresión de la Neuroinflamación

La supresión de la producción microglial de mediadores neurotóxicos da lugar a la neuroprotección. Esto aumenta el interés en el rápido descubrimiento de terapias dirigidas a la inflamación cerebral. Las medicinas herbales tradicionales con propiedades etnofarmacológicas confiables poseen capacidades neurotróficas y neuroprotectoras, que pueden ser útiles para prevenir diversas formas de pérdida de células neuronales en enfermedades neurodegenerativas y neuroinflamatorias.

Plantas Medicinales para la Inflamación Cerebral

Durante las últimas dos décadas, varios ingredientes de productos naturales han sido probados por sus acciones inhibitorias sobre la inflamación cerebral y se han utilizado como ayudas para mejorar la memoria, tratar enfermedades neurodegenerativas o crear efectos favorables en el SNC. Se ha demostrado que numerosos productos botánicos proporcionan actividad antiinflamatoria y antioxidante, que puede proteger el cerebro del daño inflamatorio. La creciente evidencia sugiere que los extractos herbales tradicionales poseen beneficios neuroprotectores a través de mecanismos distintos y múltiples, incluido el antiinflamatorio. Los compuestos naturales destinados específicamente a bloquear la activación microglial pueden ser más eficaces para mejorar las enfermedades neurodegenerativas y neuroinflamatorias asociadas a la microglía.

Plantas Beneficiosas

Plantas para el cerebro:

  • Las plantas ricas en polifenoles como el té verde y su epigalocatequina.
  • El resveratrol de la uva.
  • La curcumina de la cúrcuma.
  • Azafrán, ginkgo y melena de león.

Si quieres profundizar en los beneficios del Azafrán, pincha aquí y lee el artículo.

María Catalina
  • Ashwagandha, con sus fitoconstituyentes neuroprotectores como sitoindos VII-X, withaferin A, withanosides IV, withanols, withanolide A, withanolide B, anaferine, beta-sitosterol, withanolide D, que tienen efectos en los trastornos cerebrales como ansiedad, Alzheimer, Parkinson, esquizofrenia, enfermedad de Huntington, dislexia, depresión, autismo, adicción, esclerosis lateral amiotrófica, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y trastornos bipolares.
  • El ginsenoside del Panax ginseng.
  • La quercetina del maqui y las semillas de saúco.
  • Los fenoles del aceite de oliva.
  • Extractos enriquecidos con polifenoles que tienen un importante efecto neuroprotector.

Estas plantas ayudan a la protección neuronal contra las lesiones inducidas por neurotoxinas, tienen la capacidad de suprimir la inflamación cerebral y el potencial de promover la memoria, el aprendizaje y las funciones cognitivas.