El Cardo Mariano (Silybum marianum) es conocido por sus propiedades medicinales, especialmente por su componente activo, la silimarina. Este compuesto ha sido utilizado durante siglos para tratar diversas enfermedades hepáticas y otras patologías.

Composición y Principales Componentes

La silimarina representa entre el 1,5 y el 3 % del peso seco de la fruta del Cardo Mariano. Es una mezcla de complejos flavonoides únicos, como silybin, isosilybin, silychristin, isosilychristin, silydianin y silimonin. Además de estos flavonoides, la fruta del cardo mariano también contiene taxifolina, quercetina, dihidrokaempferol, kaempferol, apigenina, naringina, eriodictiol y crisoeriol.

La silimarina incluye otros compuestos importantes como 5,7-dihidroxi cromona, alcohol deshidroconiferílico, ácido linoleico, ácido oleico, ácido palmítico, tocoferol, esteroles (colesterol, campesterol, estigmasterol, sitosterol), azúcares (arabinosa, ramnosa, xilosa y glucosa) y proteínas. La silybina constituye aproximadamente el 50-70 % del extracto de silimarina, siendo su principal componente bioactivo.

Propiedades y Beneficios de la Silimarina

La silimarina no solo es un antioxidante, sino también un compuesto multifuncional con múltiples beneficios. Es eficaz en el tratamiento y prevención de diversas enfermedades y trastornos como el cáncer, diabetes, hepatitis, enfermedad del hígado graso no alcohólico, enfermedad hepática alcohólica, virus de la hepatitis C y B, síndrome metabólico, depresión, enfermedades cardiovasculares y talasemia. También muestra actividad fotoprotectora en estudios in vitro y preclínicos.

María Catalina – Savia Alquimia

Silimarina y Sus Efectos Hepatoprotectores

El Cardo Mariano es conocido por sus actividades hepatoprotectoras, cardioprotectoras, neuroprotectoras, antiinflamatorias y anticancerígenas. Estudios han demostrado que la silimarina protege contra agentes tóxicos biológicos y químicos, gracias a sus propiedades antioxidantes, quelantes, antiapoptóticas y reguladoras de las respuestas inflamatorias.

Silimarina en Enfermedades Hepáticas

La silimarina es particularmente efectiva en enfermedades hepáticas crónicas, cirrosis y carcinoma hepatocelular debido a su poder antioxidante, antiinflamatorio y antifibrótico. Reduce los daños hepáticos relacionados con virus mediante la modulación del sistema inmunológico y la reducción de la cascada inflamatoria. También tiene un efecto antiviral directo en la infección por el virus de la hepatitis C cuando se administra por vía intravenosa.

En casos de abuso de alcohol, la silimarina aumenta la vitalidad celular y reduce la peroxidación lipídica y la necrosis celular. En la enfermedad del hígado graso no alcohólico, la silimarina y la silybina antagonizan la progresión de la enfermedad al intervenir en el estrés oxidativo, la resistencia a la insulina, la acumulación de grasa hepática y la disfunción mitocondrial.

Silimarina en la Cirrosis y el Carcinoma Hepatocelular

La silimarina actúa como eliminador de radicales libres y modula las enzimas asociadas con el daño celular, fibrosis y cirrosis. Estos efectos se han observado en estudios clínicos en pacientes con enfermedad del hígado graso alcohólico y no alcohólico, incluidos aquellos con cirrosis. En pacientes con diabetes y cirrosis alcohólica, la silimarina también mejora los parámetros glucémicos.

Conclusiones

La silimarina, derivada del Cardo Mariano, ha sido utilizada como tratamiento protector en enfermedades hepáticas agudas y crónicas. Ayuda a las células hepáticas mediante una acción multifactorial, que incluye la inhibición de la penetración de toxinas hepatotóxicas, el incremento de la actividad SOD, los niveles de glutatión tisular, la inhibición de la peroxidación lipídica y la estimulación de la regeneración celular. Su actividad hepatoprotectora se debe a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antifibróticas, explicadas por su naturaleza fenólica.